viernes, 2 de octubre de 2009

LA ODISEA


La historia de Ulises nos cuenta las grandes aventuras y desventuras por las que atrevesó en su regreso hacia Ítaca, su tierra querida.
Lo que más puedo destacar de esta historia es la esperanza que este hombre tenía de regresar a su tierra. El amor por su pueblo y su familia lo hizo persistir en la idea de encontrar el camino de regreso a casa, a pesar de que en su viaje se le cruzaran un sin fin de tentanciones, dentro de las cuales estaban las mujeres que poseían bellezas envidiables y grandes riquezas. En el corazon de Ulises solo estaba el amor que sentia por su mujer Penélope.
Por otro lado, la añoranza de su pueblo lo hizo más fuerte y persistente. A pesar de todos los obstáculos que el dios Neptuno le ponía, él seguía luchando. Esta travesía era una lucha constante entre ellos. Ulises luchando por sobrevivir y llegar a su tierra, y Neptuno luchando para que él se arrepintiera y pidiera perdón por desafiar a los dioses. A estos se les debía respetar por encima de todo y rendirles homenaje por ser seres superiores, pero sobre todo por el miedo a su ira si se hacía lo contrario.
Ulises hizo algo diferente. Por mucho poder que tuviera un dios, pudo más el amor que todos los obstáculos que este le puso para impedir que llegara a su tierra.

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